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Yan Yan era una niña de 10 años que vivía con su abuela en una pequeña aldea pobre de la provincia de Ghizhou, China, cuando su hermano le disparó accidentalmente mientras jugaba con un arco y flecha de fabricación casera. La flecha le lastimó un ojo. Todos los médicos que vieron a Yan Yan después del accidente le dijeron que nunca recuperaría la visión del ojo afectado. Estaban equivocados.
Los médicos del Grupo de Hospitales Oftalmológicos Aier, un cliente de la Corporación Financiera Internacional (IFC) que cuenta con una red de hospitales oftalmológicos en toda China, se enteraron del caso e hicieron los arreglos para examinar a Yan Yan en el hospital Aier de Guizhou. Expertos de toda la red deliberaron mediante videoconferencia y decidieron que la niña debía ser tratada en el hospital Aier de Chengdu, el único que tenía el equipo de endoscopía necesario en la zona de China occidental. Allí, un especialista determinó que la grave lesión había empeorado debido a la atención tardía y ordenó realizar una cirugía. Yan Yan recuperó la visión de manera parcial luego de dos horas de haber sido operada, y pudo ver completamente después de una segunda intervención quirúrgica.
En China vive casi un quinto de la población que sufre ceguera en el mundo y muchas de estas personas presentan la discapacidad de Yan Yan, en numerosos casos debido a causas tratables, como la catarata. Consciente de que las instituciones públicas no tenían capacidad para atender a todos los pacientes que necesitaban tratamiento, el Gobierno chino llevó a cabo reformas para alentar a más centros de salud privados a ingresar en el mercado sanitario.
Aier ha pasado de ser un único hospital en 2002 a convertirse en una red de 100 hospitales, distribuidos en 26 provincias, que atienden a casi 20 millones de pacientes. IFC respaldó este desarrollo con financiamiento, lo que permitió que el grupo creciera y, con el tiempo, obtuviera fondos a través de una oferta pública inicial. En 2014, Aier obtuvo ganancias por casi USD 50 millones (dólares estadounidenses), demostrando así que con la aplicación de un modelo de negocios de alto volumen eficiente se pueden prestar servicios de excelente calidad en forma sostenible.
Aier adaptó una red de hospitales de varios niveles para brindar atención oftalmológica y la introdujo en China. El modelo de red permite reducir los costos gracias a la mejora de la eficiencia, dado que los hospitales de los niveles inferiores ubicados en ciudades más pequeñas derivan los pacientes a hospitales más grandes y sofisticados. La atención preventiva y primaria se brinda a través del departamento de atención ambulatoria: los servicios se prestan en tiendas comerciales y centros oftalmológicos comunitarios, y a través de alianzas con escuelas públicas.
Los médicos y los equipos son los mismos para toda la red. La publicación de una lista de precios desglosados por nivel desincentiva a los médicos a cometer actos de corrupción, como el cobro de montos adicionales o la prescripción de medicamentos innecesarios. Gracias a su sólida reputación en lo que respecta a la calidad, Aier puede subsidiar la atención de los pacientes de bajos ingresos cobrando precios más altos por procedimientos discrecionales como la cirugía LASIK, que los pacientes de mejor posición económica pagan de su propio bolsillo. Ello le permite aceptar pacientes sin tener en cuenta su nivel de ingresos.
Si desea saber más detalles sobre la historia de Yan Yan y cómo Aier amplió el acceso a la atención oftalmológica de alta calidad, consulte el último estudio de casos de IFC titulado Aier Eye Hospital: Efficient Management Leads to Clear vision for Millions of Chinese (Red de hospitales oftalmológicos Aier: Una visión clara para millones de chinos gracias a una gestión eficiente). (PDF, en inglés)
Para obtener mayor información, contacte a Elizabeth Price (eprice@ifc.org).